Una visita a la prisión, nuevo método de lucha contra la corrupción en China

La Comisión Central de Inspección y Disciplina, el departamento anticorrupción del Partido Comunista Chino (PCCh), obliga a los funcionarios y a sus cónyuges a visitar prisiones para que vean a sus excolegas encarcelados por actividades corruptas. De esa manera quiere que los trabajadores públicos reflexionen sobre las consecuencias de las prácticas irregulares.

El objetivo de la nueva campaña de las autoridades chinas es que los altos cargos "sean conscientes" de los castigos que conlleva la corrupción, "que ejerzan sus poderes de una manera correcta y que sean receptivos a la supervisión del Partido", reza un comunicado del organismo publicado citado por 'China Daily'. Durante este mes de mayo la Comisión Central de Inspección y Disciplina ha organizado este tipo de 'excursiones' para al menos 70 funcionarios de ministerios o sus cónyuges, con el fin de que transmitan el mensaje a sus parejas.

"Es una imagen impactante ver como los exfuncionarios muestran su profundo arrepentimiento mientras cumplen condena en la cárcel", compartió sus impresiones bajo condición de anonimato uno de los altos funcionarios tras visitar la prisión. "Debemos sacar lecciones de los casos de corrupción y adherirnos estrictamente a las reglas del partido y las leyes para cumplir con nuestro deber y servir mejor a los ciudadanos", concluyó.

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Las medidas anticorrupción se han intensificado en China desde finales de 2012, cuando llegó al poder el secretario general del Comité Central del PCCh y posteriormente presidente Xi Jinping. En el marco de la campaña más de un centenar de altos funcionarios han sido procesados o puestos bajo investigación por sospecha de delitos de corrupción.