10 mitos falsos sobre la Unión Europea que alertaron a los británicos
La página web británica de la Comisión Europea cuenta con decenas de páginas dedicadas a lo que considera los mitos más absurdos sobre sus intenciones. El portal de Sky News ha seleccionado los 10 mitos más insólitos.
La UE intenta prohibir las máquinas de café
El 1 de enero pasado entraron en vigor las nuevas normas destinadas a aumentar la eficacia de los electrodomésticos. Varios medios las tomaron como 'la pena de muerte' para las cafeteras. La Comisión Europea precisa que se trata de un requerimiento para que las máquinas automáticamente entren en reposo dentro de cierto periodo tras el calentamiento. La norma no afecta a las máquinas fabricadas antes de la entrada en vigor de la ley.
La UE quiere prohibir las matrículas británicas
Hubo informes de que el Parlamento Europeo intentaba vetar las matrículas de coche británicas y estandarizar las de todos los miembros de la UE. La Comisión califica estos rumores de "fantasías absurdas", diciendo que la medida sería legalmente imposible. Lo que consideraba fue simplificar la transferencia de vehículos dentro de la UE, incluida una propuesta de matrículas temporales opcionales en la UE.
La UE intenta acabar con los jardines privados
En marzo del 2014 aparecieron informes de que inspectores de la UE iban a allanar los jardines británicos, destruir plantas y penar la tenencia de rododendros. La Comisión lo desmintió diciendo que las nuevas normas consideraban las especies invasoras de plantas y animales. El monitoreo de estas especies lo realizarán los países individualmente y no inspectores comunitarios.
La UE quiso prohibir los plátanos curvos
Varios medios en septiembre de 1994 reportaron que la UE iba a prohibir la venta de plátanos curvos en los supermercados comunitarios. La Comisión Europea precisó que la norma solo afectaba a los plátanos verdes y que la industria bananera y los Gobiernos nacionales habían pedido esta regulación.
La UE intenta prohibir las gaitas
Estos rumores precedieron las leyes sobre la contaminación acústica que prohibieron ruidos superiores a los 87 decibelios. La Comisión dijo que estas leyes fueron elaboradas solo para proteger a los obreros que trabajen con maquinarias ruidosas por más de ocho horas.
La UE considera prohibir el pan de gamba
La 'amenaza' a este picoteo crujiente tan popular en el Reino Unido surgió en 1993. La Comisión sostiene que nunca ha intentado prohibirlo, sino que cuando se estaba cotejando la información de los Gobiernos nacionales sobre los endulzantes y aromatizantes en varios alimentos, los negociadores británicos presentaron un listado incompleto. La lista fue enmendada tras ser señalado el problema.
La UE quiso prohibir los autobuses de dos pisos
Estos rumores circularon en 1995 y 1998. Según la Comisión, sus intenciones de hacer autobuses y vagones más accesibles para los discapacitados no suponen prohibir los tradicionales autobuses británicos.
La UE intentó prohibir los postes de bomberos
Se informó en 2002 que los burócratas de la UE ordenaron que los bomberos usaran escaleras en vez de sus postes tradicionales para bajar a sus vehículos, presuntamente, en el marco de un plan para reducir los accidentes y reclamos de compensación. La Comisión Europea sostiene que mientras Londres adoptó las normas generales sobre la sanidad y seguridad en el trabajo, la UE nunca trató de prohibir los postes de bomberos.
La UE estudió prohibir el puré de guisantes
El acompañamiento tradicional del 'fish and chips' (fritura de pescado y patatas) parecía condenado en agosto de 1995 en medio de informes de que los burócratas de Bruselas iban a dejarlo fuera de la ley. La Comisión no se refería al plato en sí, sino se trataba de instrucciones sobre los colorantes alimentarios. Los E102, E133 y E142 sobrevivieron al corte comunitario y se usan en los guisantes procesados en lata.
La UE demandó juguetes para los cerdos
En 2003 se informó que una nueva ley de Bruselas presuntamente obligaba a colocar juguetes en cada porqueriza para que los cerdos se sintieran felices y dejaran de morderse los unos a los otros. Los responsables de las explotaciones que no cumplieran la norma se enfrentarían a tres meses de prisión. La Comisión dijo que esto no se correspondía con la realidad y que el material que siempre debe estar presente en las pocilgas es paja, heno o compost, y no juguetes. El castigo por la violación de dicha norma, en todo caso, lo determinan los Gobiernos nacionales.