¿Cómo Adolf Hitler 'persigue' a Angela Merkel?
Alemania es la nación más grande de la UE, con una población de 80 millones de personas y la economía más productiva, eficiente y exitosa de Europa, escriben los expertos Klaus Larres, de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, y Peter Eltsov, de la Universidad de Defensa Nacional, EE.UU.
Sin embargo, "Alemania sigue siendo perseguida por los terribles crímenes cometidos en el siglo pasado por Hitler, por lo que su canciller, Angela Merkel, no ha logrado convertirse en un verdadero socio de EE.UU. en el liderazgo mundial".
Hay demasiados fantasmas que persiguen la idea de una Europa liderada por Alemania
Es cada vez más difícil de "conciliar las crecientes 'tensiones' entre el pasado no tan lejano de Alemania y su futuro poderoso". "Simplemente hay demasiados fantasmas que persiguen la idea de una Europa liderada por Alemania", publica el portal. Estos fantasmas incluyen "la memoria y el legado del imperialismo alemán bajo el kaiser que condujo a la Primera Guerra Mundial y el legado de Hitler y la Segunda Guerra Mundial".
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Mientras que Alemania es ampliamente reconocida como líder en los asuntos económicos y financieros de la UE, "no es lo mismo que la aceptación del país como líder 'de facto' de la política del bloque europeo". "En realidad, la UE fue fundada para prevenir el desarrollo de una posición hegemónica precisamente a causa de la larga historia de la agresión alemana", dicen los expertos.
El posicionamiento de Alemania como líder de la UE va en contra de todo lo que representa la UE
"Por lo tanto, el posicionamiento de Alemania como líder de la UE va en contra de todo lo que representa la UE, incluyendo el cuidadoso equilibrio de las naciones dentro de Europa", opinan los analistas. El poder hegemónico de Alemania en Europa "podría tener consecuencias desastrosas para el bienestar de la UE".
Asimismo, aunque EE.UU. necesita que Merkel y Alemania estén 'a su lado' en el escenario global, "el Gobierno de Obama parece haberse dado cuenta, por fin, que el potencial de liderazgo del país europeo no es tan grande como parecía antes". "Washington necesita una Alemania fiable y predecible que goce de la confianza de sus aliados europeos, mientras que Berlín no está preparado para desempeñar este papel", concluyen Larres y Eltsov.