Un residente del municipio de Marran, en dicha provincia, relató a los inspectores de HRW que resultó herido a causa de un ataque con bombas de racimo. "Primero explota en el aire y luego lo hace varias veces en la tierra", describió.
Cluster munitions used by coalition have wounded civilians including a child in #YemenCrisis//t.co/HVKDaurEzzpic.twitter.com/fVKpwTD1If— Belkis Wille (@belkiswille) Mayo 31, 2015
"Estas armas son incapaces de distinguir los objetivos militares y los civiles y sus submuniciones no detonadas amenazan a los civiles, especialmente a los niños, incluso mucho después de que sean disparadas", recuerda la organización en su comunicado al respecto.
هيومن رايتس ووتش توثق استخدام ثلاثة أصناف من الذخائر العنقودية في الصراع في #اليمنpic.twitter.com/P3XEbmGqUR— Belkis Wille (@belkiswille) Mayo 31, 2015
En una serie de imágenes tuiteada por una colaboradora del grupo se aprecian varias municiones tipo ZP-39, que solo pueden ser potadas por una bomba de racimo, desparramadas por la aldea de Baqim y otras dos localidades de la misma gobernación. El comunicado agrega que su suministro fue acordado en agosto de 2013 dentro de un contrato que estipulaba el envío a Riad de 1.300 bombas de caída libre estadounidenses CBU-105.
La investigadora de la organización Human Rights Watch para Yemen y Kuwait Belkis Wille plantea que los saudíes violan la política de uso de estas armas al usarlas en áreas residenciales. "Es la segunda vez que descubrimos que la coalición usa bombas de racimo (…) existe una convención internacional que prohíbe su uso y fue firmada por 116 países. Arabia Saudita, que compra bombas de racimo en EE.UU., viola esta política ", afirma.