Tras no poder prolongarla el Senado, el primero de junio de 2015 expiró la llamada Ley Patriota, que otorga a los servicios de seguridad de EE.UU. amplias posibilidades de espionaje y recolección masiva de datos. Los intensos debates en el Senado y la actitud del senador republicando Rand Paul hicieron de facto fracasar la prolongación de la ley. No obstante, en la semana en curso el Senado volverá a debatirla y previsiblemente logrará prolongarla, ya que para tal efecto será necesaria una simple mayoría de votos, explica el experto Yuri Rógulev de la Universidad Estatal de Moscú, citado por el diario 'Kommersant'.
El mismo Rand Paul, que además es candidato a la presidencia de EE.UU., reconoció que "la ley pasará al fin y al cabo", según Reuters. Se da la circunstancia de que, precisamente, fue Paul quien impidió la aprobación a tiempo de la ley. En la sesión del pasado 20 de mayo el senador habló sobre la ley durante 10 horas, una táctica llamada 'filibusterismo' en EE.UU., haciendo fracasar de esa forma la sesión. A la semana siguiente Rand Paul bloqueó la propuesta de compromiso hecha por el líder republicano Mitch McConnell de prolongar la ley para unos dos meses, posponiéndose de esa manera el siguiente debate hasta el 31 de mayo, que, sin embargo, también fracasó.
Los senadores discuten en estos momentos llevar a cabo modificaciones en tres artículos de la Ley Patriota, que expiró este lunes. Esta misma semana la mayoría de los senadores de ambos partidos políticos pueden votar a favor de los tres artículos con los cambios previstos. Las modificaciones tienen que ver principalmente con la sección 215 de la ley: retirarán al Gobierno el derecho a recopilar masivamente y guardar datos telefónicos y de los usuarios de Internet (tales como números telefónicos o la duración de llamadas). No obstante, estos cambios obligarán a las empresas privadas a guardar y entregar dichos datos al Gobierno en caso de que los solicite. Los senadores han propuesto también otras enmiendas a la ley, que serán sometidas a debate.
La segunda sección de la ley que ha expirado apenas fue utilizada y permitía a la NSA realizar escuchas telefónicas de aquellos sospechosos que no formaran parte de grandes organizaciones terroristas como Al Qaeda, explica 'Duluth News Tribune'. El tercer artículo en cuestión permitía a la NSA escuchar todos los dispositivos de aquellos sospechosos de cambiar a menudo de los mismos. A partir de ahora la NSA tendrá que pedir un permiso diferente para cada dispositivo que utilicen dichos sospechosos.
La ley fue promulgada en octubre del 2001 tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 a fin de luchar contra el terrorismo, pero ha sido criticada en numerosas ocasiones por la violación de libertades de los ciudadanos estadounidenses y de otros países. En caso de que el Senado prolongue las tres secciones de la Ley Patriota, esta será remitida a la Cámara baja del Congreso antes de que pueda disponer de ella la Casa Blanca, que la espera desesperadamente. El presidente Barack Obama ya había condenado al Senado por haber permitido un "lapso irresponsable" en la seguridad nacional al no haber sido capaz de prolongar la ley a tiempo.
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