Según 'Daily Telegraph', el insólito pasado de Eileen Burgoyne fue desvelado gracias a una amenaza de bomba en febrero pasado en la calle donde había vivido.
Durante la evacuación de la manzana en Twickenham, la Policía estaba registrando las casas cuando halló en su hogar munición y armas de fuego, incluido un subfusil Sten de la Segunda Guerra Mundial.
La prima de Burgoyne no tenía ni idea sobre la existencia de las armas ni de la otra vida de la encantadora anciana, hasta que recibió sus pertenencias tras su muerte.
The 99 year old reclusive Cold War spy from Grimwood Road, Twickenham
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La correspondencia que le enviaron incluía cartas y telegramas desde la Oficina de Guerra, fotos de Hamburgo devastada por los aliados, una invitación a un hotel alemán por un teniente coronel en 1945 y correspondencia oficial desde Europa.
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Una investigación policial reveló que Burgoyne había sido contratada por el Centro de Servicios Combinados para Interrogatorios, que sacaba información a los enemigos de Gran Bretaña en varias partes del mundo.
De lo que queda de los escasos detalles de su vida se desprende que tuvo dos períodos de servicio: 1945-1947 y 1950-1953, y que fue una talentosa lingüista que hablaba a la perfección francés y español.