La publicación explica por qué EE.UU. no tiene interés en poner fin a sus interminables conflictos armados:
1. La guerra favorece el clima para diferentes "contratos políticos y económicos", además de subvenciones y financiación de nuevas armas.
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2. Un prolongado conflicto mantiene la "prosperidad" de la comunidad intelectual. Los expertos de los centros de investigación tienen la oportunidad de presentarse en la televisión, conferencias. Esa financiación genera nuevos puestos de trabajo.
3. Una larga guerra pospone la toma de difíciles decisiones sobre la reducción de los gastos en Defensa, por lo que es lógico "mantener guerras en el extranjero con el fin de tener tranquilidad en casa".
4. Iniciar una guerra es una forma tradicional de los gobernantes para ganar popularidad y evitar reformas internas complicadas para los problemas que claman por soluciones.
5. El Congreso está más preocupado por las apariencias antes que en una victoria. El principal objetivo de los congresistas es complacer a ciertos grupos, pero no aprobar aceptables acuerdos de paz como en el caso del programa nuclear iraní.
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6. Los medios de comunicación obtienen más audiencia cuando estalla un conflicto.
7. Los servicios de seguridad interna, como el FBI, que cuestan cientos de millones de dólares al presupuesto nacional necesitan de amenazas para tener algo que eliminar, agrega 'The American Conservative'.
8. En las constantes guerras están interesados los mercenarios, que no reciben salarios en tiempos de paz, a diferencia de los soldados.
9. Los oficiales de las Fuerzas Armadas de EE.UU. necesitan de operaciones de combate para construir su carrera profesional y tener alguna "experiencia militar" en su hoja de vida.
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10. Para minimizar las bajas entre los militares estadounidenses, EE.UU. bombardea y destruye aldeas y ciudades enteras. Para el autor del artículo, si Washington realmente quisiera ganar una guerra tendría que pagar muy cara su victoria en número de bajas, y "por eso simplemente luchamos por años indefinidamente".
11. Según la publicación, Washington es muy vulnerable a las operaciones de falsa bandera y a la propaganda de sus aliados. "Varios gobiernos extranjeros y guerrillas quieren que nosotros bombardeemos o derrotemos a sus enemigos locales, como ocurrió en Irak, Libia y Siria", finaliza.
12. Los estadounidenses saben muy poco acerca de los lugares donde se llevan a cabo los conflictos y son pocos los que quieren invertir su tiempo estudiando tribus, religiones y costumbres en regiones desconocidas.