Distintas instituciones rusas en Bélgica han recibido de los agentes judiciales un documento, según el cual, el país europeo decreta la retención de bienes de la Federación de Rusia que están a su disposición. En la lista de entidades afectadas se encuentran organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación, una catedral ortodoxa y varios bancos. Esta medida no afecta a las misiones diplomáticas, informa 'Kommersant'.
Según la decisión de la Corte Permanente de Arbitraje de la Haya, Rusia está obligada a pagar unos 1.600 millones de euros a Yukos Universal Limited. La fecha límite para el pago era el 15 de junio de 2015, pero Moscú ha declarado en varias ocasiones que considera esto una cuestión puramente política. Las sentencias de esta institución judicial no tienen carácter obligatorio para Rusia, sino de recomendación.
En 2003 el Gobierno ruso acusó a los directivos de Yukos, entonces la mayor petrolera del país, de corrupción y evasión fiscal. Varios altos cargos de la petrolera, como Mijaíl Jodorkovski y Platón Lebedev, fueron acusados por fraude y encarcelados. Las acusaciones contra Yukos abocaron a la petrolera a la quiebra y sus principales activos fueron adquiridos por la petrolera estatal rusa Rosneft.
Los demandantes intentan demostrar que Rusia violó la cláusula del contrato de la Carta de la Energía, que prevé la indemnización por la expropiación de activos.
Por su parte, el asesor presidencial Andréi Beloúsov ha declarado que Rusia apelará la retención de sus activos en Bélgica por el caso Yukos.
Con respecto a este tema, el economista y analista Jesús Domínguez Mielgo opina que detrás de la decisión de Bélgica hay un importante componente político, que incluso podría estar relacionado con el Foro Económico Internacional que se celebra en Rusia.