La negligencia de varios trabajadores de uno de los laboratorios científicos del INRA propició que el cordero Rubi fuera sacrificado en un matadero y que su carne fuera enviada al mercado para ser comercializada, informa el diario 'Le Parisien'.
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Rubi formaba parte del programa Green Sheep, en el marco del cual los científicos franceses investigaban las enfermedades cardíacas en animales y su repercusión en los humanos. Para realizarlo, sometieron al cordero a modificaciones genéticas con una proteína derivada de las medusas.
Pero a finales de 2014 el cordero fue vendido ilegalmente a un matadero, como descubrieron meses después las autoridades del INRA. Los autores de esta "acción malintencionada", como la han calificado desde la INRA, se enfrentarán a una multa de 84.000 dólares.