El interesante duelo, que transcurrió según las reglas de una clásica 'pelea de perros' –duelo aéreo a corta distancia– es descrito en el blog del periodista militar estadounidense David Axe.
La 'pelea de perros' transcurrió a alturas de entre 2.000 y 9.000 metros, durante la misma ambos pilotos probaron diferentes opciones tácticas, tanto ofensivas como defensivas. El uso de misiles en combates a muy corta distancia es ineficiente, de ahí que la maniobra principal en este tipo de combates sean los ataques desde el hemisferio trasero para derribar al oponente por fuego de cañón automático.
Lógicamente, el factor clave en este tipo de duelos es la maniobrabilidad, que fue la principal carencia que mostró el F-35, el caza más caro del mundo, durante la prueba.
El piloto del F-35 destaca en su informe la notable insuficiencia de velocidad en el cambio de cabeceo [subida y bajada del morro de una aeronave]. Precisamente, la mala maniobrabilidad horizontal del F-35 hizo que su piloto no lograra 'cazar' al F-16 en la mira de su arma. Durante la orientación de la nariz (junto con el cañón) hacia el objetivo, el maniobrable F-16 siempre pudo efectuar maniobras evasivas. Por el contrario, el caza veterano terminaba sus ataques con éxito. "Mis intentos de escapar de la línea de fuego con la ayuda de una maniobra brusca fracasaron porque la maniobrabilidad del F-35 es peor que la del F-16. A medida que los tanques [de combustible] se vaciaban, esta diferencia sólo aumentó", señaló el piloto.
Finalmente, el piloto del F-35 encontró la maniobra adecuada para abandonar (¡en ningún caso ganar!) un combate a corta distancia.
El informe destaca también inconvenientes en el nuevo casco del piloto de los F-35 [cuyo coste asciende al medio millón de dólares], y cuyo objetivo principal, entre otros, es el de transmitir al piloto la información de vuelo y de combate. En teoría, un piloto dotado con este casco debería ver lo que pasa a su alrededor 'a través del fuselaje'. En la práctica, el casco resultó ser demasiado voluminoso para la estrecha cabina de la aeronave, lo que impidió al piloto para controlar la situación, sobre todo cuando se vio atacado desde el hemisferio trasero.
El caza F-35 es criticado no solo por su reducida capacidad de maniobra y por la escasa relación empuje/peso, sino también por el exorbitante costo de su mantenimiento. El costo de producción y mantenimiento de la aeronave durante su vida útil supera el costo de su peso en oro.
Mientras, los portavoces de la Fuerza Aérea de EE.UU. esgrimen que las tácticas de los pilotos estadounidenses no implican un combate a corta distancia. De allí que los aviones de combate de este tipo no porten misiles aire-aire de corto alcance y el complejo militar-industrial estadounidense se ocupe en desarrollar aviones de alerta temprana.