"(Brasilia) considera que las sanciones unilaterales son una herramienta cuya legitimidad es contenciosa. Por lo tanto, no las reconocemos y no las apoyamos", dijo Vieira en declaraciones citadas por la agencia RIA Novosti.
El jefe de la diplomacia brasileña señaló que por principios Brasil no reconoce las sanciones adoptadas fuera del ámbito jurídico de las Naciones Unidas. Asimismo mencionó que las "sanciones no son propicias para construir una relación de confianza entre las partes para llegar a una solución pacífica, y al contrario, obstaculiza el crecimiento económico".
Según Vieira, los países deberían dar prioridad al diálogo político y diplomático como principales instrumentos para superar las diferencias.
Las relaciones entre Rusia y Occidente se deterioraron debido a la crisis ucraniana. La Unión Europea, EE.UU. y Canadá impusieron en 2014 una serie sanciones antirrusas que posteriormente fue ampliada. En respuesta Moscú decidió cerrar el mercado ruso a los productos agrícolas provenientes de los países que implementaron las sanciones contra Rusia.