Los oponentes más acérrimos al acuerdo nuclear alcanzado entre Irán y el Grupo 5+1 (Reino Unido, China, Francia, Rusia, EE.UU. y Alemania) en Viena han sido el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y el rey saudí Salman, además de un grupo de neoconservadores estadounidenses liderado por John Bolton. Pero su desaprobación no tiene nada que ver con el acuerdo en sí, escribe el portal Slate.
Los críticos tildaron el acuerdo de "error histórico" y de "Waterloo diplomático" "mucho antes de que pudieran haber explorado sus 159 páginas de jerga legal y anexos técnicos", añade el portal. En realidad, lo que preocupa a quienes se oponen al acuerdo es que Irán pueda reintegrarse en la comunidad internacional y hasta convertirse en un socio diplomático y comercial de EE.UU. y Europa.
Los líderes europeos –y, de forma especial, la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, y el ministro de Finanzas del Reino Unido, Philip Hammond– han asegurado que el acuerdo constituye una esperanza para la reapertura de unas relaciones más amplias con Irán. "Y es precisamente eso lo que temen los críticos", señala el artículo.
"Lo que Netanyahu y el rey Salman quieren que haga Obama es librar una guerra contra Irán o, más bien, luchar en sus propias guerras contra Irán en su lugar", indica el portal. Por ello, el artículo se opone al desarrollo de la diplomacia entre EE.UU. y la República Islámica, ya que cuanto más negocian, menos probable se hace una guerra entre ellos.