Ya en 2013 los analistas del portal informativo Zero Hedge advirtieron que esta tendencia podría provocar disturbios sociales en algunos países de la UE. Según distintos pronósticos, informa ahora el sitio Vesti.ru, la crisis no hará sino intensificarse, lo que podría desencadenar graves desórdenes sociales e incluso una guerra.
Un análisis estadístico de las circunstancias que provocaron todas las perturbaciones sociales importantes entre 1919 y 2008 (como grandes manifestaciones, disturbios, atentados, crisis gubernamentales, revueltas e intentos de revoluciones) reveló una correlación directa entre los recortes en los gastos públicos y la inestabilidad política.
Cuando estos gastos crecen, sucede una media de 1,4 acontecimientos conflictivos por país durante un año. Apenas el recorte de los gastos alcanza a un 1% del producto interno bruto, el índice sube hasta 1,8. Cuanto mayor es la austeridad, más alteraciones se producen en el orden social. Un recorte del 5% del PIB provoca un mínimo de 3 conflictos al año.
La persistencia de la austeridad en Europa presagia perturbaciones más allá de las marchas de protesta. Ante todo eso se refiere a países como España y Grecia, donde el sector más activo de la sociedad —los jóvenes— se ve más afectado por el desempleo y se siente además indignado por la ineficaz política migratoria.