Una serie de documentos desclasificados recientemente en Rusia confirma este lamentable hecho. Se trata de decenas de protocolos, fotografías y vídeos que están siendo publicados uno tras otro por la Sociedad Histórico-Militar Rusa dentro del proyecto 'El Núremberg soviético'.
Entre los archivos desclasificados destacan los concernientes a los juicios abiertos a los criminales militares húngaros en Chernígov (Ucrania), a los alemanes y letones en Riga (Letonia), alemanes y rumanos en Chisinau (Moldavia) y alemanes y austriacos en Járkov (Ucrania). Todos tuvieron lugar entre los años 1943 y 1947 en los territorios de la Unión Soviética liberados por el Ejército Rojo y muestran un alto grado de respeto a los derechos básicos de los procesados.
Uno de los volúmenes ya publicados recoge testimonios sobre las atrocidades cometidas por los acólitos letones del Servicio de Seguridad alemán (SD) y la Gestapo en la propia Letonia. Aquí se puede leer uno de los testimonios más impactantes, que dejó Noa Guéimanson, habitante de un gueto judío:
El mencionado Arvid Zakitis es uno de los legionarios de las SS que en la Letonia actual goza de la distinción póstuma de héroe nacional. La exaltación de criminales de guerra ha sido censurada y condenada por las autoridades de Rusia en múltiples ocasiones.
Otro extracto es una declaración de Friedrich Jeckeln, jefe de los cuerpos de seguridad del III Reich para Estonia, Letonia, Lituania y parte de Bielorrusia, el acusado con mayor grado militar durante el proceso de Riga. Este veterano del SD indicó:
Hasta el momento en los libros de historia predomina la versión de que el jerarca ortodoxo fue asesinado en circunstancias poco claras.