Este año se celebra el 70.º aniversario del lanzamiento de la primera bomba atómica como acto de guerra el 6 de agosto de 1945. La segunda bomba explotó solo unos días después, el 9 de agosto de 1945. Los ataques atómicos provocaron la rendición de Japón el 15 de agosto del mismo año.
Los pilotos de EE.UU. que lanzaron los ataques se convirtieron en héroes nacionales y hasta el día de hoy muchos estadounidenses siguen sin saber la gravedad de la tragedia que sufrió Japón. Asimismo la comunidad internacional no ha reprobado unánimemente el ataque atroz de EE.UU.
A día de hoy, continúan saliendo a la luz y conmocionando historias del ataque nuclear sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, informa ABC News.
10. El torneo de 'go' de 1945 (the Go Tournament)
En agosto de 1945 a unos 11 kilómetros de la ciudad de Hiroshima, mientras se celebraba una partida del tradicional juego oriental 'go' entre Utaro Hashimoto y Kaoru Owamoto, una bomba atómica fue lanzada en la ciudad causando la destrucción. Hasta después de la partida, los jugadores no se dieron cuenta del impacto mortal de la bomba atómica. Iwamoto quedó tan afectado por lo que vio aquel día que dejó el 'go' profesional y dedicó toda su vida a la promoción de la paz.
9. Las ciudades que se salvaron: Kioto y Kokura
Kioto estaba en la lista de objetivos del ataque con la bomba atómica. La ciudad fue salvada por Henry L. Stimson, secretario de Guerra durante el Gobierno de Roosevelt, que insistió en que sacaran a Kioto de la lista. Supuestamente Stimson, que había estado en esta ciudad japonesa en dos ocasiones, había pasado ahí su luna de miel.
La otra ciudad que se salvó fue Kokura. El bombardero Bockscar sobrevoló la ciudad tres veces sin lanzar la munición debido a la nubosidad. Sin embargo, las nubes sobre Nagasaki, el segundo objetivo de Bockscar, no salvaron a la ciudad.
8. Hibakusha
'Hibakusha' significa 'persona bombardeada que sobrevivió al ataque nuclear' de Hiroshima y Nagasaki. Después de los ataques, los 'hibakusha' se enfrentaron a una discriminación que arruinó toda su vida. Se creía que a causa de la radiación podían transmitir sus enfermedades a todo aquel con quien entrasen en contacto. Para evitar esta discriminación, algunos tuvieron que mantener su identidad en secreto. La exposición a la radiación que sufrieron en el ataque nuclear los convirtió en ciudadanos de segunda clase y en sujetos de pruebas médicas. Lo peor de todo es que algunos perdieron a sus familiares y amigos, que evitaron a los 'hibakusha' cuanto les fue posible.
7. Los 'caimanes que caminan como hormigas'
Little Boy, la bomba atómica que cayó sobre Hiroshima, destruyó dos terceras partes de la ciudad y mató al instante a 80.000 personas (el 40% de la población de la ciudad). Quienes sobrevivieron al ataque ya no parecían humanos y fueron bautizados 'caimanes que caminan como hormigas' ('ant-walking alligators', en inglés). La piel del cráneo se les había quemado y se habían quedado sin ojos y con solo un pequeño agujero donde antes estaba la boca. No podían hablar ni gritar, pero el sonido que emitían era más horrible que cualquier chillido. 'Los caimanes como hormigas' murieron poco después de la explosión de la bomba.
6. El halcón maltés
'El halcón maltés' es una película estadounidense dirigida por John Huston. El filme sirvió de inspiración para los nombres de las bombas atómicas detonadas sobre Hiroshima y Nagasaki. Las bombas fueron bautizadas por Robert Serber (1909-1997), un físico que trabajó en el proyecto Manhattan. Serber eligió los nombres según la forma de bombas: Fat Man, la bomba detonada en Nagasaki, fue bautizada en honor al personaje interpretado por Sydney Greenstreet en la película, Kasper Gutman; mientras que Little Boy fue bautizada en honor al personaje encarnado por Elisha Cook Jr. en la misma película, Wilmer Cook. La icónica película estuvo prohibida en la televisión en los Estados Unidos durante décadas debido a su discreto contenido sexual.
5. El Enola Gay y su tripulación
Enola Gay, el bombardero letal, fue bautizado en honor a Enola Gay Tibbets, la madre del piloto Paul Tibbets. A pesar de que los miembros de la tripulación sabían poco sobre la bomba, habrían sido muy útiles para los japoneses, de manera que a Tibbets le dieron 12 píldoras de cianuro destinadas a él y a su tripulación. Si, llegado el momento, alguien se hubiera negado a tomar la píldora, Tibbets habría tenido que matarlo para que no contase nada que pudiese resultar útil al Gobierno japonés. La tripulación regresó a salvo a EE.UU.
4. La caja fuerte del banco Teikoku
La bomba lanzada sobre Hiroshima demolió todo salvo la caja fuerte del banco Teikoku, cuyas puertas estaban hechas de hormigón armado de la empresa Mosler Safe Company, fabricante de equipos de seguridad. En una carta del 22 de mayo de 1950, el director del banco Teikoku escribió una carta de agradecimiento a la Mosler Safe Company.
3. El Bockscar y su tripulación
El avión bombardero Bockscar, pilotado por el general mayor Charles W. Sweeney, lanzó la bomba Fan Man sobre Nagasaki. El avión no podía hacer uso del combustible de su tanque de reserva debido a una bomba de transferencia de combustible defectuosa. Debido a esta avería, las autoridades ordenaron que el lanzamiento fuera efectuado por otra nave. Sin embargo, el coronel Tibbets y Sweeney decidieron que Bockscar seguiría adelante con la misión desobedeciendo la orden. La bomba atómica solo pudo destruir el 60% de la ciudad, ya que una parte de Nagasaki estaba protegida por unas colinas.
Debido a la avería del avión, Sweeney emitió todas las señales de socorro posibles y durante el aterrizaje casi se estrelló contra una fila de bombarderos B-29 estacionados. La desobediencia de Sweeney enfureció a las autoridades, pero el rebelde no fue sancionado.
2. Sadako Sasaki y las 1.000 grullas de papel
Sadako Sasaki tenía solo 2 años cuando la bomba atómica cayó sobre Hiroshima. Cuando la niña tenía 12 años, descubrieron que estaba muriendo de leucemia. En el hospital le contaron una antigua leyenda japonesa según la cual a la persona que hiciera 1.000 grullas de papel se le concedería un deseo. Dado que el papel era entonces escaso, era difícil que Sadako viera su deseo cumplido, pero con la ayuda de familiares y amigos, la niña pudo hacer 1.000 grullas. Murió cuando estaba haciendo la grulla 1001.
Inspirado por la historia de Sadako Sasaki, un movimiento ayudó a levantar el monumento de la Paz de los Niños en 1958. El monumento representa a una joven que lleva una grulla de papel y tiene la inscripción 'Este es nuestro grito. Esta es nuestra oración. Para la construcción de la paz en el mundo'.
1. En la búsqueda de la paz
La Llama de la Paz es el fuego eterno creado por Kenzo Tange, profesor de la Universidad de Tokio, en un parque conmemorativo en Hiroshima el 1 de agosto de 1964. El monumento representa dos manos juntas por las muñecas y con las palmas hacia el cielo. La Llama de la Paz está considerada un símbolo contra la guerra nuclear y permanecerá encendida hasta que la amenaza nuclear abandone el planeta Tierra.