Las repercusiones que tuvo el acuerdo nuclear del pasado 14 de julio han generado días después intereses en otro tipo de convenios, los económicos. Después de muchos años de sanciones, el Gobierno iraní se propone atraer inversiones extranjeras, algo posible tras el acuerdo.
"Queremos un comercio de doble vía, además de cooperación e inversiones en desarrollo, diseño e ingeniería para la producción y las exportaciones", aseguró el ministro de Industria iraní, Mohammad Rezá Nematzadé, informó BBC.
El país, de 80 millones de habitantes, es la mayor economía que se reincorpora al sistema comercial mundial desde la disolución de la Unión Soviética, hace más de 20 años.
En cuanto a sus fuentes de hidrocarburos, Irán cuenta con una de las mayores reservas de gas y petróleo del mundo (150.000 millones de barriles). Gigantes energéticos como Shell, Total y BP ya han expresado su interés por alcanzar convenios. El futuro del país persa comienza a crecer a una velocidad sin precedentes.