En la lista de los sancionados figura, en particular, la planta mecánica de Izhevsk, el consorcio 'Izhmash' y una serie de puertos comerciales en Crimea, en concreto, en Sebastopol, Feodosia, Yalta y Kerch, las compañías filiales de Rosneft y el banco VEB, informa RIA Novosti.
Entre las entidades que cayeron bajo las sanciones estadounidenses, se encuentran empresas chipriotas, finlandesas y rusas. Bajo la legislación estadounidense, todos los activos de las compañías que cayeron en la lista negra y que están bajo la jurisdicción de Estados Unidos pueden ser congelados. Además, los ciudadanos estadounidenses tienen prohibido conectar con estas entidades.
Como ha señalado el Departamento de Tesoro de EE.UU. la medida restrictiva está relacionada con sus "actividades" en Crimea.
Además de los rusos, la medida afectó a varios ciudadanos ucranianos. De acuerdo con el informe, en la lista aparece el ciudadano ruso, residente en Londres, Andréi Bilyutin, que se desempeña como "gerente de desarrollo de negocios del consorcio Kaláshnikov", el ciudadano ucraniano Andréi Klyuiev, los rusos Piotr Kolbin, Sergei Kurchenko , y Serguéi Omelchenko, el "principal especialista del departamento de exportación del consorcio Kaláshnikov".
Desde el Departamento de Estado estadounidense afirman que las sanciones antirrusas serán levantadas sólo después del "pleno" cumplimiento de los acuerdos de Minsk. Sin embargo, el economista Adrián Zeláia sostiene que la mayor responsabilidad para este "cumplimiento" la tiene precisamente el gobierno de Ucrania y no las repúblicas autoproclamadas o Rusia.