"Alrededor de nuestro planeta giran unos 1.300 satélites activos que proporcionan comunicación global vía satélite, navegación de satélite GPS, pronóstico del tiempo y sistema de vigilancia orbital. Para los militares, que se basan en los datos obtenidos de varios de estos satélites para la guerra moderna, el espacio se ha convertido en la cota más alta", informa el autor en su artículo.
Según Lee Billings, ahora Rusia y China se disputan la primacía de Estados Unidos en el espacio y desarrollan sus propios programas espaciales militares. El autor está convencido de que la exploración conjunta del espacio llevará de alguna forma a un conflicto, que supuestamente "puede debilitar toda la infraestructura espacial del planeta".
Al mismo tiempo el columnista precisa los métodos de "lucha" contra los satélites, que consisten en desarreglarlos mediante la aplicación de tinte en dispositivos ópticos o mediante la colisión con desechos espaciales.
En respuesta a estas posibles amenazas, la Administración de Barack Obama ha asignado al menos 5.000 millones de dólares para mejorar tanto las capacidades defensivas y como ofensivas del programa espacial militar de Estados Unidos en los próximos cinco años.
No obstante, el autor subraya que EE.UU. bloquea los esfuerzos de Rusia y China de considerar y ratificar el tratado en la ONU que prohíbe el desarrollo y uso de armas espaciales.
Como alternativa EE.UU. trató de promover la idea de la adopción del código internacional de conducta en el espacio exterior desarrollado en la UE. Sin embargo, no solo los representantes de Rusia y China, sino también de Brasil, India, Sudáfrica e Irán consideraron que los términos de dicho código son inaceptables.