La tecnología de defensa antimisil que se desarrolla y utiliza en EE.UU. está diseñada para enfrentarse a misiles balísticos de todos los alcances: corto, medio, intermedio y largo. Dado que los misiles balísticos tienen distinto alcance, velocidad, tamaño y características de rendimiento, el sistema de defensa de misiles balísticos tiene una estructura de 'capas', informa el Departamento de Defensa de EE.UU.
El primer elemento del sistema es una red de sensores y radares con base en tierra y mar que sirven para detectar los objetivos y seguirlos. El segundo elemento consiste en misiles de intercepción basados en tierra y mar para destruir el misil balístico. Finalmente, el tercer elemento incluye el comando, el control, el manejo de combate, así como una red de comunicaciones.
Además de los comandos estadounidenses, los elementos de la defensa antimisil son manejados por el Reino Unido, Japón, Australia, Israel, entre otros países. En la siguiente infografía se explica en detalle este y otros aspectos sobre el funcionamiento del escudo antimisil estadounidense.
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