De acuerdo con la CNN, la compañía estadounidense Throwflame ofrece por 1.599 dólares un modelo de lanzallamas capaz de alcanzar los 15 metros, mientras que Ion Productions Team, por solo 900 dólares puede enviarle vía correo un modelo con un alcance de 7.5 metros. Estos se comercializan no como armas, sino como dispositivos de diversión, y los fabricantes afirman que tienen un uso práctico a la hora de despejar arbustos, fundir hielo y nieve, y combatir incendios forestales.
El medio comprobó que no existe ninguna prohibición para la adquisición y uso de lanzallamas a nivel federal. Un representante de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos explicó que para la compra de un lanzallamas no se requiere una verificación preliminar por parte del FBI, ya que no están catalogados como armas. Resulta que únicamente en dos estados —California y Maryland— existen restricciones en el uso de estos dispositivos y se requiere de una licencia especial.
Por su parte, un representante del Servicio Postal del país afirmó que "no está prohibido el transporte de lanzallamas sin combustible y que no se requiere de una licencia para trasladar armas de fuego y municiones".
Mientras tanto, según recuerda la cadena, los lanzallamas eran consideraros como armas terribles y tan polémicas, que el Ejército estadounidense dejó de utilizarlos después de la guerra de Vietnam.
Con respecto a este tema, la activista Laura Eneida Padilla advierte que al liberar la venta de estos artefactos, podrían acabar en las manos no adecuadas y llevar a consecuencias trágicas. "Mientras no haya leyes más estrictas en este control de armas seguirá habiendo pérdidas de vidas humanas", ha expresado la activista.