"Rusia es un jugador internacional de evidente importancia, y creo que todos tenemos que caminar juntos, no por separado, y aún menos, uno contra el otro", aseguró Gallagher en una entrevista a 'Vatican Insider'.
El objetivo común de todos los países debe ser el de "mejorar el mundo de hoy", agregó.
"La Federación de Rusia puede desempeñar un papel en la estabilización del Mediterráneo, al igual que lo hizo en el reciente acuerdo nuclear con Irán", opinó el secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede.
Rusia es un jugador internacional de evidente importancia y creo que todos tenemos que caminar juntos
En cuanto al acuerdo sobre el programa nuclear iraní, el arzobispo elogió "la confianza demostrada por las partes", que permitió alcanzar una comprensión mutua.
Asimismo, Gallagher insistió en que la resolución de los conflictos en Oriente Medio debe basarse "en el diálogo y la negociación, no en los choques".
El problema de Europa
Durante la entrevista, se abordó también la situación de Grecia y la relación del país heleno con la Unión Europea. "La crisis griega ha puesto de relieve algunas dificultades y límites que vive la Unión Europea", señaló el arzobispo respecto a este tema.
En su opinión, Europa, "tal como fue concebida por los 'padres fundadores' al final de la Segunda Guerra Mundial, no se puede reducir a una institución exclusivamente económico-financiera", donde el aspecto económico es "preeminente sobre otros".
"La economía, aunque es importante, debe convivir con otros valores, culturales, políticos y éticos, igualmente importantes para el crecimiento de la sociedad europea", explicó el arzobispo.
La amenaza del Estado Islámico
En cuanto a la amenaza del Estado Islámico, el secretario hizo hincapié en que ningunas de sus reclamaciones territoriales ni las aspiraciones a la condición de Estado, al igual que tampoco la pretensión de profesar la verdadera fe islámica, han sido nunca reconocidas.
A su juicio, para contrarrestar la amenaza yihadista, las autoridades iraquíes deben evitar que crezcan las tensiones entre kurdos, chiitas y sunitas, así como buscar el camino hacia un Gobierno unido.
A su vez, la comunidad internacional "puede apoyar al país de diferentes maneras, en primer lugar, con la ayuda humanitaria, especialmente para ayudar a los millones de desplazados y refugiados, víctimas del conflicto", indicó el arzobispo.