La Ley por la Libertad de Información que otorga a todos los ciudadanos de Estados Unidos el derecho de acceder a la información federal no contempla la publicación de datos sobre gran parte del presupuesto militar: los gastos de las agencias de inteligencia. Esta parte del presupuesto fue revelada al público una sola vez en 2013, cuando Edward Snowden filtró documentos secretos, y se podría denominar 'presupuesto en negro'.
¿En qué se gasta este presupuesto paralelo? Según la información oficial citada en el artículo publicado por el portal Global Research, el dinero se destina a "satélites espías, bombarderos invisibles, radares y drones de nueva generación y el ultrapoderoso engranaje de espionaje".
Sin embargo, el tema de mayor interés no es el gasto, sino la financiación del presupuesto, opina la experta financiera y exfuncionaria estadounidense Catherine Austin Fitts, cuyos artículos cita el autor de la publicación en Global Research. La analista investiga los 'presupuestos B' desde 2001.
Fitts afirma que en la última década las élites financieras de EE.UU. han establecido un complejo sistema que hace que la mayor parte del presupuesto militar, hasta el 85%, sea imposible de revisar. Según la analista, esto se debe a que el presupuesto paralelo incluye el dinero adquirido por grupos de inteligencia a través del tráfico de estupefacientes, préstamos abusivos y otros tipos de fraudes financieros.