Aunque los últimos informes oficiales sobre el caza F-35 subrayan la idea de que este avión, "el más grande, caro y más controvertido del Pentágono" ha superado los problemas crónicos que tenía, esto no es así, sostiene el periodista y analista David Axe en el portal War is Boring. Según él, si bien es verdad que el precio del caza se está reduciendo, que su producción se está simplificando, y que los ensayos de vuelos son bastante exitosos, "todas las recientes pequeñas buenas noticias no pueden alterar el fallo fundamental en el diseño del avión, cuyas raíces se remontan a décadas".
F-35 es superado por mucho incluso por los viejos modelos de cazas rusos y chinos
Según él, el caza diseñado por la empresa Lockheed Martin para "burlar radares, bombardear blancos terrestres y derribar cazas rivales", se ve, en realidad, "superado por mucho" incluso por los viejos modelos de cazas rusos y chinos, "que pueden volar más rápido y más lejos, y maniobrar mejor". "Además, los futuros aviones de enemigos diseñados estrictamente para los combates aéreos pueden ser aún más letales", advierte.
El principal problema del F-35 se deriva de las demandas de sus principales designatarios de la Marina estadounidense, que insistieron en que el avión pueda despegar y aterrizar casi verticalmente, explica el experto. Es algo que hizo al avión "más pesado" y empeoró sus características aerodinámicas, explica. Según él, ahora un F-35 es menos rápido que, por ejemplo, un F-16, y menos potente que un A-10. El nuevo caza puede "marcar el fin al medio siglo la época de más de medio siglo en que EE.UU. dominó de hecho los cielos del mundo", cita el periodista a Pierre Sprey, experto en diseño de cazas.