Los fragmentos de cráneo y de costillas de antiguos humanos que han sido encontrados en una cueva de Siberia, en las montañas de Altái, datarían de hace 50.000 años, según fue anunciado el pasado viernes. Lo increíble de este hallazgo es que podría proporcionar claves sobre un eslabón perdido que permita entender mejor cómo evolucionaron los humanos modernos. La excavación arqueológica tuvo lugar este verano, informó 'Daily Mail'.
El profesor Andrey Krivoshapkin, jefe de Arqueología y Etnografía de la Universidad Estatal de Novosibirsk, afirmó que los fragmentos de cráneo pueden pertenecer a un Neanderthal u otra especie extinta de humano que vivió en Asia conocida como los homínidos de Denísova. Sin embargo, según él los restos todavía tienen que ser sometidos a análisis genéticos pormenorizados.
Además, Krivoshapkin, dijo que los resultados "nos ayudarán a comprender la interacción de los humanos modernos, los neandertales y los denisovanos". "Tuvimos mucha suerte este año, y los resultados de los análisis pueden llegar a ser completamente inesperados", sostiene. Se espera que los últimos hallazgos anunciados arrojen luz sobre los orígenes del hombre.