El 8 de agosto marcó el primer aniversario del inicio de la campaña estadounidense contra el movimiento yihadista del Estado Islámico, escribe el vicepresidente del Instituto Cato Gene Healy en la revista 'National Interest'.
"Pese a que EE.UU. realizó unos 5.000 ataque aéreos y unos 3.500 soldados estadounidenses están en el terreno, el Congreso aún no ha llevado a cabo una votación para autorizar acciones militares en Oriente Medio", destaca.
EE.UU. lanzó sus primeros ataques aéreos contra posiciones del grupo yihadista en agosto del año pasado, aunque "Barack Obama tardó seis meses en enviar al Congreso el proyecto de Autorización para el uso de la fuerza militar contra terroristas", subraya Healy.
Desde entonces, el Congreso "se ha negado a debatir de manera significativa o a votar" sobre la autorización de la campaña, cita el autor del artículo al senador Tim Kaine.
Según Healy, "la realización de una guerra ilegal durante un año es una nueva señal de la erosión del control y contrapeso constitucional: una ocasión para el país para reflexionar sobre la peligrosa deriva hacia la normalización de hacer la 'guerra presidencial'".