Los medios de comunicación y los políticos no paran de alertar que el "radicalismo se está convirtiendo rápidamente en una amenaza transnacional", escribe la analista en su artículo para RT en inglés.
Este mes, agrega Shakdam, las capitales occidentales, con Washington a la cabeza, han defendido tanto su cooperación con Turquía como una escalada militar en Siria, o más bien, en contra de Siria, utilizando el pretexto de "la guerra contra el terrorismo y la estrategia de la seguridad nacional".
Sin embargo, "mientras las bombas llueven del cielo y los imperialistas están trabajando duro para redibujar las fronteras y jugar el papel de patrón político en Oriente Medio, la misma ideología que permitió nacer al Estado Islámico está haciendo metástasis a nivel mundial", lamenta la escritora explicando que "el radicalismo fue creado y se extendió antes de plantearse como una potencia militar".
"De todos los políticos que posan contra el terrorismo, ¿cuántos realmente han propuesto abordar el radicalismo en el origen evitando que el sectarismo tome fuerza? ¿Por qué no han intentado cortarle el grifo financiero, comenzando por los millones de dólares que el Riad wahabí ha vertido no sólo en Oriente Medio, sino también en Occidente, África y Asia?", se pregunta la analista.
Mientras el clero fanático de Arabia Saudita siga siendo inmune, el mundo seguirá mordiéndose su propia cola, incapaz de oponerse a esta marea radical cada vez mayor
En este sentido, recuerda que en julio del 2013, el Parlamento Europeo identificó el wahabismo como la principal fuente del terrorismo global y, "sin embargo nada se ha hecho para detener la fábrica de terror".
"Las capitales occidentales ya han demostrado ser más que capaces de desplegar sanciones contra sus 'enemigos', entonces ¿por qué esta timidez repentina ante Arabia Saudita?", prosigue Shakdam, alegando que el radicalismo wahabí podría ser "una agenda encubierta, un medio para un fin".
En su opinión, "al permitir que la ideología del terror se establezca aún más como la escuela principal del pensamiento del islam bajo el impulso económico de los petrodólares sauditas", los líderes mundiales están contribuyendo a la institucionalización del terrorismo.
"Mientras el clero fanático de Arabia Saudita siga siendo inmune, el mundo seguirá mordiéndose su propia cola, incapaz de oponerse a esta marea radical cada vez mayor", asevera la autora del artículo.
"¿Por qué Arabia Saudita ha escapado de toda crítica cuando está sentada en el epicentro del terror?", se pregunta la escritora y concluye con las palabras de Voltaire: "Para saber quién gobierna sobre ti, simplemente investiga a quién no te está permitiendo criticar".