"Los planes de EE.UU. e Israel consisten desde hace mucho tiempo en 'balcanizar' Siria; parte de su objetivo de redibujar el mapa de Oriente Medio es establecer por primera vez un tapón y una zona de exclusión aérea con Ankara en el norte de Siria", asegura el analista estadounidense Stephen Lendman en su artículo publicado por el portal Global Research.
Lendman sostiene que Israel, que se asoció con la guerra del mandatario estadounidense Barack Obama en Siria desde que comenzó el conflicto en marzo del 2011, "apoya al Estado Islámico y a otros terroristas takfiri (musulmanes radicales), proporcionándoles armas y tratando a los combatientes heridos en hospitales israelíes".
El analista hace hincapié en que el 16 de agosto, los medios de comunicación israelíes informaron acerca de los preparativos de posibles operaciones de tierra por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en el lado sirio de los Altos del Golán, en caso de producirse ataques terroristas contra Israel. "La falsa bandera puede ser utilizada como justificación para la agresión", alerta el experto.
Además, añade que aviones de guerra estadounidenses han estado bombardeando objetivos de infraestructura sirios durante casi un año con el pretexto de atacar al Estado Islámico y que Turquía participa atacando a fuerzas kurdas en Siria. "Tal vez ahora Israel planea unirse a ellos más directamente, enviando tropas al sur de Siria. Contra Assad, no contra las amenazas terroristas inexistentes. ¿Será una Libia 2.0?", concluye el analista.