El intérprete, a quien los soldados británicos conocían como Popal, fue detenido en Irán y posteriormente torturado y asesinado junto con otros cuatro intérpretes supuestamente cerca de la ciudad iraní de Mashhad. Todos ellos recurrieron a traficantes de personas para huir de Afganistán, informa el rotativo 'Daily Mail'.
Popal, de 26 años, trabajó durante tres años con las fuerzas británicas como intermediario encargado de reunirse con funcionarios talibanes en nombre del Ejército británico. Resultó herido en la localidad afgana de Helmand mientras servía en el Regimiento de Paracaidistas.
"Los británicos no creían que la vida de Popal estuviera en peligro, pero él estaba convencido de que si se quedaba en Afganistán lo matarían. (...) Había recibido amenazas telefónicas y por escrito (...) y escapó de una emboscada, por lo que dijo que no tenía otra alternativa que tratar de llegar a Alemania", destacó un amigo del intérprete.
"Es repugnante que los británicos lo abandonaran después de que él arriesgara su vida para ayudarles y para salvar las suyas", agregó.
Una fuente que trabajó con Popal y el Ejército británico dijo que las personas que proporcionan sus servicios a las fuerzas aliadas son consideradas unos traidores por los talibanes. "Cuando se enteran de que una persona ha trabajado para el Reino Unido o las fuerzas aliadas la torturan y la asesinan", dijo la fuente.
Previamente, el hermano de Popal también fue víctima de su cooperación con las fuerzas británicas en su ciudad natal de Kandahar.