De acuerdo con la agencia Xinhua, la intensidad de las dos explosiones más potentes fue equivalente a 3 y 21 toneladas de trilita, respectivamente, lo que hizo que los habitantes de la zona notaran temblores equiparables a sismos de magnitud 2,3 y 2,9, respectivamente. Las explosiones se percibieron incluso desde el espacio.
Según las últimas cifras proporcionadas por Xinhua, la tragedia dejó 116 muertos y varios centenares de heridos, además de causar destrucciones a gran escala.
Los estallidos, que empezaron alrededor de las 23:30 hora local (15:30 GMT) en el distrito de Binhai, ocurrieron en un almacén de material explosivo que pertenecía a Rui Hai International Logistic, una empresa privada autorizada para manipular cargamentos peligrosos.