El sector de la aeronáutica de China sigue trabajando a marchas forzadas en el desarrollo de su proyecto estelar, el Chengdu J-20. Los militares chinos llevan años trabajando en este bombardero furtivo y ya han realizado con éxito el vuelo de prueba del sexto prototipo del J-20 modelo 2015. Ahora esperan poder concluir el proceso de desarrollo aeronáutico para que dentro de dos o tres años pueda entrar en funciones oficiales al servicio de combate, informa wantchinatimes.com citando Duowei News.
El Instituto de Diseño de Aeronaves Chengdu es el encargado de diseñar y producir este modelo de nueva generación. Sin embargo, existen especulaciones sobre el destino final del proyecto relacionado con el avión J-20, ya que aún no se sabe con precisión si estará diseñado para aterrizar en portaaviones, ya que existe otro modelo desarrollado por Sheyang Aircraft Corporation, el J-31, el cual parece ser indicado, por sus características técnicas, a destinarse a la flota aérea en portaaviones.
De no ser un avión diseñado para los portaaviones, el modelo J-20 genera tres hipótesis. La primera señala que puede ser un luchador polivalente de dos asientos. En segundo lugar, podría ser un avión equipado con el motor WS-15, que lo convertiría en el luchador J-20 A; y la última hipótesis plantea que podría ser el primer bombardero furtivo de China debido a su gran tamaño y a su capacidad de llevar un mayor volumen de carga útil.
Según expertos, con el modelo J-20 se pueden llevar a cabo diversos proyectos militares, como utilizarlos para escoltar a aviones bombarderos estratégicos e incluso emplearlos como un nuevo elemento enfocado hacia los ataques electrónicos, ya que tienen el potencial de disparar misiles antisatelitales.