La tecnología militar aérea estadounidense desarrolló una aeronave que le permitirá alcanzar un radio de combate de 2,500 millas náuticas (unos 5,000 kilómetros), lo que significa, según el portal chino People, que podrá atacar objetivos dentro del territorio chino, e incluso de Rusia, en caso de partir desde las bases militares de Guam, en el océano Pacífico, y Diego García, en el Índico.
En cuanto a sus características técnicas, los expertos aseguraron que tendrá un desarrollo tecnológico superador del B-2, con un diseño de asalto mejorado para optimizar su operatividad. Además, el portal 'Forbes' precisó que pese a tener una menor carga útil que su antecesor, sus bombas inteligentes le darán un potencial destructivo similar.
Por otra parte, al no ser tripulado, tendrá capacidad de ataque nuclear y mejor posibilidad de supervivencia.
Aunque en su fabricación, que estará a cargo de Boeing/Lockheed Martin, se empleará tecnología de última generación y demandará una inversión de más de 550 millones de dólares por unidad, el B-3 no será supersónico.
Otra importante característica de estos bombarderos señalada por 'Forbes' será la posibilidad de integrarse a varios sistemas militares, incluyendo los de reconocimiento orbital; mientras que también permitirá recolectar información de distintos objetivos para generar contramedidas electrónicas.
Por último, el Pentágono estima que la producción de unos 100 de estos aviones le permitirá reemplazar a los cerca de 160 bombarderos actuales para 2025.