El gran simulacro de guerra bajo el nombre de Conex15 con 5.000 soldados de la Confederación Helvética parte del siguiente escenario supuesto: los enfrentamientos étnicos y grandes movimientos migratorios que cruzan Europa resultaron en la destrucción de la Unión Europea, en cuyo lugar surgieron nuevas fronteras y nuevos países, el orden público se descompuso. Sabotajes y asaltos sacudieron la región.
Un columnista de 'ABC', Hermann Tertsch, opina que el ejemplo de Suiza "debiera hacer reflexionar" a los políticos de otros países europeos sobre la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial que enfrenta la región, ya que es "un estado de emergencia que eclipsa por completo en la agenda política a las otras crisis, algunas muy graves, como la del euro, la creciente polarización norte-sur (...) y los movimientos populistas que ponen en peligro a las democracias de muchos países miembros [de la UE]".
Como la principal causa de la incapacidad de la UE para manejar la crisis eficazmente, Hermann Tertsch destaca la falta de una política unitaria. Ángela Merkel, según el periodista, es la única entre los líderes europeos que está a la altura de las circunstancias, porque "ella pide y obtiene (...) apoyo y solidaridad mayoritario en Alemania, donde hay memoria como pueblo deportado por millones en 1945".
Otros pueblos y mandatarios de Europa no son tan prudentes, dice Tertsch, no perciben la amenaza, lo que puede resultar en el "colapso de los instrumentos de cooperación, los mecanismos de seguridad y hasta el orden público en Europa".