Negocio en torno al dolor ajeno: el dinero donado para los refugiados llega a las manos equivocadas

Aunque hay activistas de derecha haciendo campaña en distintos países de la Unión Europea contra los refugiados e incluso llegando a proponer la creación de campos de concentración, hay muchas personas que dan la bienvenida a quienes huyen de la guerra. Desde el inicio de la crisis en Libia y después en Siria se han creado numerosas páginas web que explican detalladamente a los usuarios cómo pueden transferir su capital para una buena causa.

Por ejemplo, la Estación de Ayuda al Migrante por Mar (Moas, por sus siglas en inglés) es una de las organizaciones que ayuda a los inmigrantes a cruzar el mediterráneo desde Libia. Sus responsables dijeron que normalmente reciben 10.000 euros al día. Sin embargo, tras la publicación de la impactante foto de un niño sirio fallecido en el mar, la organización en varios días recibió 600.000 euros.

Sin embargo, en algunas ocasiones el dinero puede llegar a las manos equivocadas. Mientras los Gobiernos y grandes corporaciones hacen aportaciones junto a personas anónimas en los fondos de ayuda, esas instituciones contratan a terceros cuya vocación a veces no parece tan honesta. Por ejemplo, en Italia, una familia de Nápoles fue acusada de fraude. La fiscalía sospecha que inscribía en sus centros de acogida más refugiados de los que se encontraban hospedados realmente, obteniendo mayores recursos del presupuesto del Estado.

Esmeralda López, miembro del Comité Estadounidense para Refugiados e Inmigrantes, da un consejo a los donantes: "Hace falta hacer un poco de investigación en Internet, ver si la agencia tiene historial de trabajo y así poder asegurarse de que el dinero va directamente a los refugiados".