El Estado Islámico utiliza la imagen del niño sirio ahogado para "condenar a los pecadores"

Este "pecado" es criticado en un artículo que aparece en el último número de la revista Dabiq -publicada por el EI- titulado "El peligro de abandonar las tierras islámicas", que reprodujo The Guardian. En ese texto se cuestiona a los "sirios y libios" que "están dispuesto a arriesgar las vidas y las almas de sus hijos, a los que deben elevar a la Sharia, sacrificando a muchos de ellos durante el peligroso viaje a las tierras de los cruzados, regidas por las leyes del ateísmo y la indecencia".

El artículo también asegura que al final del viaje a los refugiados les espera "la amenaza constante de la fornicación, la sodomía, las drogas y el alcohol", que podrían llevar a los jóvenes a "abandonar el islam por el cristianismo, el ateísmo o el liberalismo".

Para esta publicación, el peligro también se basa en la pérdida del idioma, porque "si no caen en pecado, olvidarán el lenguaje del Corán" (árabe), por lo que "será más difícil regresar a la religión y sus enseñanzas".

Lo curioso de que esta revista de propaganda utilice la imagen de Alan Kurdi es que el chico y su familia vivían en paz en la ciudad siria de Kobani hasta que los integrantes del Estado Islámico intentaron ocuparla. Tras varios meses de combate con las milicias kurdas fueron expulsados, pero en ese periodo murieron 11 familiares de Alan.

El EI también arremete contra sus enemigos regionales

La publicación británica también recoge que en la revista Dabiq califican al "imán oculto" de los chiítas -al que aguardan que regrese como su redentor- como un cripto-judío (adhesión al judaísmo pese a declararse de otra fe) y lo retratan con una imagen del expresidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, saludando a un judío ortodoxo.

Finalmente, una instantánea de la destrucción del World Trade Center de Nueva York va acompañada de la leyenda "Los cruzados cooperaban con Irán antes del 11 de septiembre y, después de ese ataque sagrado, la cooperación creció".