Un informe titulado 'Como si no fuéramos seres humanos: brutalidad policial contra migrantes y solicitantes de asilo en Macedonia', publicado el lunes, atestigua el abuso físico y verbal por parte de los funcionarios macedonios en la frontera con Grecia y en el centro de detención Gazi Baba entre junio de 2014 y julio de 2015. Además, se documenta la ineficacia de las autoridades para investigarlo y pedir cuentas a los responsables.
"Está claro que Macedonia tiene un problema de violencia policial contra los solicitantes de asilo y los inmigrantes. La situación no va a cambiar si las autoridades de Macedonia no empiezan a investigar las denuncias de malos tratos por parte de la Policía a los migrantes y no exigen responsabilidades a los culpables", dice Human Rights Watch.
En total, la organización entrevistó a 64 solicitantes de asilo y migrantes, entre ellos siete niños, en varias localidades de Serbia y Macedonia. Muchos de ellos experimentaron abuso a manos de la Policía macedonia, en particular en la frontera con Grecia y en Gazi Baba. Los entrevistados cuentan haber sido golpeados con porras, a puñetazos y a patadas y haber sufrido abuso verbal.