Estos armamentos, también conocidos como 'armas de energía dirigida', serán capaces de destruir misiles enemigos y vehículos aéreos no tripulados, e incluso de acertar a impactar en aviones de combate en pleno vuelo.
"Creo que vamos a tener un arma de energía dirigida que podremos poner en un avión de combate muy pronto", señaló el general de la Fuerza Aérea, Hawk Carlisle, durante una conferencia aeroespacial. "Ese día está mucho más cerca de lo que mucha gente piensa", agregó.
De acuerdo con la Agencia de Defensa de Proyectos de Investigación Avanzada (DARPA), las amenazas enemigas para las aeronaves, tanto tripuladas como no tripuladas, se han vuelto cada vez más sofisticadas y requieren una respuesta de gran alcance. Además, de ser utilizado con fines defensivos, el láser también puede ser de gran ayuda en misiones ofensivas, realizando ataques de precisión que minimicen los daños colaterales, según Tech Times.
Para que esta idea futurista sea puesta en práctica, DARPA asegura que el arma debe ser reducida en tamaño y peso en comparación a las características actuales, por lo que los aviones no tripulados de EE.UU. tendrán de momento que seguir portando misiles relativamente imprecisos.
El objetivo del proyecto HELLADS es construir un láser de 150 kilovatios de potencia con un peso de menos de 750 kilogramos y un tamaño inferior a los tres metros cúbicos.