La compañía minera Barrick con sede en Toronto anunció inicialmente que había derramado sólo 224 metros cúbicos del líquido tóxico en el río Potrerillos. La fuga de cianuro, que acabó vertiéndose en todas las piscinas de emergencia y en el río, ocurrió cuando falló una válvula de venteo en una tubería que transporta la solución, informa el diario El Litoral.
Entretanto, un juez ha levantado la prohibición de bombeo de sustancias tóxicas en el lugar. La solución se utiliza para filtrar el oro a partir de rocas procesadas, un método bastante común para este tipo de extracciones.