Tan pronto como concluyeron los primeros vuelos contra las posiciones de los extremistas en Siria se difundió en la Red la afirmación de que los aviones enviados por Rusia estaban bombardeando barrios residenciales. Al mismo tiempo, el Ministerio de Defensa ruso insistía en un comunicado en que todos los blancos se encontraban lejos de las ciudades.
Los medios de comunicación internacionales pidieron al secretario de Defensa de EE.UU. Ashton Carter que confirmara la información, pero el general prefirió "tener cuidado". Carter no disponía de datos de que en las zonas sometidas a los ataques aéreos del primer día de la presencia rusa en Siria hubiera una importante concentración de fuerzas del Estado Islámico, pero se negó a apoyar las acusaciones sobre agresiones a zonas civiles.
"Quiero ser cauto a la hora de confirmar la información, pero realmente parece que estuvieron en áreas donde probablemente no había fuerzas del EI", aseguró a los reporteros admitiendo que no había confirmado la veracidad de sus acusaciones.
No han tardado en conocerse casos de que una misma imagen empleada en publicaciones correspondientes al 30 de septiembre para ilustrar las consecuencias de los bombardeos rusos ya había sido publicada para denunciar las actuaciones de las tropas sirias.
Por ejemplo, sobre estas líneas aparece la imagen publicada en Twitter de un supuesto rescatista sirio que lleva a una niña herida o muerta en sus brazos. Según el pie de foto, la mató un ataque aéreo ruso contra la ciudad de Homs y es una de las 33 víctimas civiles registradas. Pero esta misma fotografía había aparecido en otro tuit varios días antes de que tuviera lugar el primer vuelo de combate ruso en cielo sirio.
La cuenta The White Helmets, que publicó la imagen atribuyéndola a un supuesto ataque ruso contra Homs, pertenece a una organización cuasi-humanitaria patrocinada por el multimillonario estadounidense George Soros. Desde su fundación en 2013, la organización, que tiene representantes en unas 110 localidades sirias, se dedica a la fabricación de 'pruebas' contra el Gobierno de Bashar al Assad, según Al Jazeera.
La ONG Syrian Network For Human Rights, registrada en el Reino Unido, ya publicó la foto de la niña ensangrentada el 25 de septiembre, y entonces la relacionó con un bombardeo realizado por la Fuerza Aérea siria en la localidad de Al Rastan.
"La información sobre la existencia de víctimas civiles en Siria apareció antes de que los aviones rusos despegaran", dijo el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ante las críticas de los medios sobre las consecuencias de los primeros ataques rusos. Rusia está preparada para esos ataques mediáticos en relación con las supuestas víctimas de la operación rusa, aseguró. "Sin embargo eso no significa que no debamos prestar atención a este tipo de informaciones".
A su vez, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, destacó que algunos medios han llegado a decir hasta que Rusia "apunta contra las fuerzas prodemocráticas y la población civil". "Esto es un ataque mediático, una guerra de información sobre la cual hemos oído ya mucho", reiteró. "Por lo visto, alguien estaba bien preparado para ello".