Tras el inicio de la operación áerea rusa en Siria, toda la atención de los expertos militares internacionales se ha centrado en las misiones que cumplen los avanzados cazas multifuncionales rusos Su-30SM y los cazabombarderos Su-34, pero el público se ha olvidado de la presencia en Siria de la flota de aviones de asalto Su-25SM Grach (o Frogfoot, según el índice de la OTAN), apunta la revista estadounidense 'The National Interest'.
"El 'anciano' Su-25SM [las primeras modificaciones de esta aeronave participaron en la guerra de Afganistán] puede ser el medio más eficaz para apoyar a las tropas del Gobierno sirio en la lucha contra el Estado islámico y en apoyo del presidente Bashar al Assad, de la misma forma en que la Fuerza Aérea de EE.UU. utiliza aviones de ataque a tierra A-10 ('Warthog') para apoyar a las autoridades iraquíes", cita el autor del artículo a un piloto veterano de la Fuerza Aérea estadounidense.
El Su-25SM es uno de mejores aviones de ataque a tierra, recuerda el artículo. El Su-25SM, al igual que su homólogo estadounidense, el A-10, fue especialmente diseñado como avión de apoyo directo a las tropas. El Su-25SM está equipado con una cabina blindada y múltiples sistemas que 'duplican' las existentes y brindan una mayor supervivencia a la aeronave.
La Fuerza Aérea de Rusia ha modernizado su numerosa flota de venerables (y venerados) Su-25 añadiéndoles una cabina de cristal 'acorazada', un sistema de navegación vía satélite GLONASS y una aviónica moderna que permite usar misiles de precisión guiados.
El único riesgo que pueden correr las aeronaves rusas de este tipo es a causa de su techo operacional, bastante bajo, que lo puede convertir en víctima de los medios antiaéreos del Estado Islámico, que no tiene sistemas antiaéreos sofisticados pero sí artillería antiaérea.
Sin embargo, si la Fuerza Aérea de Rusia y las fuerzas gubernamentales sirias pueden coordinar sus esfuerzos, los ataques aéreos de estos 'tanques voladores' rusos serán muy eficientes, señala 'The National Interest'.