"En la localidad de Raqqa, utilizando una bomba BetAB-500 lanzada desde un avión Su-34 se destruyó un puesto de mando reforzado de una de las organizaciones extremistas, así como un búnker que almacenaba material explosivo y municiones", dijo este sábado el vocero del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, citado por la agencia Tass.
La BetAB-500 es una potente bomba que funciona a caída libre y está diseñada para atravesar el concreto y las estructuras blindadas, especialmente búnkeres. Estas superbombas son lanzadas por los cazabombarderos Sukhoi Su-34 que vuelan a gran altura.
La BetAB-500 tiene un peso de casi media tonelada con un explosivo de 77 kilogramos, mide 2,5 metros de largo y un diámetro de 32,5 centímetros. La punta está ultrarreforzada, para asegurarse de que pueda atravesar los objetivos. A diferencia de otras bombas, que solo producen un pequeño cráter, una vez que penetra la fortificación, destruye todo a 50 metros cuadrados a la redonda.