Su sede se encuentra en la ciudad británica de Coventry, a 138 kilometros de la capital, Londres, y a 4.700 kilómetros de distancia de Damasco, la capital de Siria. Es allí desde donde trabaja en su casa particular Rami Abdul Rahman, la única persona que responde como portavoz y responsable del Observatorio. Salió de su país en el año 2000 y desde entonces no ha regresado.
¿Cómo funciona este organismo? ¿Cómo obtiene sus cifras y datos? Lo cierto es que el oscurantismo en torno a esta cuestión es enorme. RT ha contactado con muchos expertos en el conflicto, pero la mayoría no ha sabido responder a estas cuestiones tan concretas. Su conclusión es que se fían del Observatorio, sin más, porque "es un referente".
"Es un órgano de propaganda que justifica las acciones occidentales"
"Ese llamado Observatorio Sirio de los Derechos Humanos no es un órgano científico de observación imparcial de la compleja realidad siria, sino, más bien, desde el comienzo de la crisis, ya en 2011, un órgano de propaganda instalado en Londres que ha servido para justificar las diversas acciones adoptadas por los gobiernos occidentales", sostiene José Antonio Egido, profesor de la Universidad Central de Venezuela. "En particular, por el Gobierno británico, siempre muy conectado con el Gobierno norteamericano, en contra del Gobierno y el pueblo sirio", indica el experto.
En varias entrevistas, Rahman ha asegurado que el Observatorio cuenta con una red de 200 personas en el terreno. Sin embargo, no se sabe quiénes son esas personas ni a qué grupos pertenecen. Además, su metodología para contar víctimas civiles ha sido puesta en duda en numerosas ocasiones ya que la organización incluye combatientes de la oposición entre los fallecidos siempre que no sean antiguos miembros del Ejército sirio.
Asimismo, es habitual encontrar contradicciones respecto a las cifras que ofrece en las diferentes versiones de su página web, en inglés y en árabe.
A día de hoy son muchas las incógnitas que rodean su funcionamiento y metodología. Nadie sabe a ciencia cierta cómo obtiene sus datos, pero una cosa sí es verdad: ocupa un vacío informativo muy grande sobre un conflicto que se prolonga cuatro años en el tiempo, y es por eso que, ante la falta de otros que ofrezcan datos diarios, el Observatorio se ha convertido en el único, aunque no se puedan contrastar sus números.