La Base de Entrenamiento Militar Xicheng, ubicada en las afueras de Pekín, es solo uno de los más de 250 campamentos para niños adictos a Internet y a los videojuegos que funcionan en China.
"Hoy en día, muchos niños están completamente adictos a los 'smartphones' y los juegos de computadora. Pero aquí no se les permite utilizar ningún dispositivo electrónico", explica el señor Jiang, fundador de la base, a la agencia de videos Ruplty.
El establecimiento correccional se llena durante la temporada de vacaciones. Para combatir la adicción a la realidad virtual en los niños de 6 a 13 años, se les ofrece una experiencia intensiva de cinco días que incluye una serie de misiones de combate.
La estancia en el campamento supone un estilo de vida militar completo y programas especialmente adaptados. Los niños realizan ejercicios con rifles, practican Kung Fu y llevan a cabo muchos otros entrenamientos militares.
Aunque durante los descansos a los niños les dan conferencias sobre la historia de China, el desarrollo intelectual no es una prioridad en esta escuela militar: todo se centra en la fuerza física. "En vez de centrarse en estudiar mucho, los padres de estos niños esperan entrenar la personalidad de sus hijos y desarrollar su independencia a través de la formación militar", afirma el fundador, un exsoldado del Ejército Popular de Liberación.
Y la verdad es que la idea funciona: a los niños no les importa pasar por tantas 'dificultades'. "Me gusta mucho el campo militar porque aquí puedo jugar como en el Counter-Strike o en los juegos de tanques. Y es mucho más divertido que los videojuegos, ya que es la vida real", confiesa uno de los alumnos.