Según comandantes insurgentes, desde que Rusia comenzó los ataques aéreos en apoyo del Gobierno sirio, están recibiendo por primera vez suministros abundantes de misiles antitanques de fabricación estadounidense, informa 'The New York Times'.
Misiles antitanques TOW fabricados en EE.UU. comenzaron a llegar a la región en 2013 a través de un programa secreto dirigido por EE.UU. y Arabia Saudita además de otros aliados para ayudar a determinados grupos insurgentes seleccionados por la CIA para combatir contra el Gobierno sirio, indica el rotativo.
Estas armas llegan al campo de batalla a través de los aliados estadounidenses, pero Washington aprueba su envío, lo cual significa el apoyo y la aprobación estadounidense de una guerra, al menos tácitamente, de la misma forma que la Fuerza Aérea rusa ayuda al presidente Bashar Al Assad.
"Hemos conseguido lo que pedimos en muy poco tiempo", afirma un comandante opositor sirio, Ahmad al-Saud, entrevistado por 'The New York Times'.
El espíritu combativo está ganando enteros del lado del Gobierno también. Las armas y la moral están "a un nuevo nivel", admite un funcionario sirio.
Un rebelde que combate en la provincia de Hama califica los envíos de armas estadounidenses de "carta blanca". "Podemos obtener cualquier cantidad [de armas] y cuando la necesitemos", revela.
De hecho, el lunes de esta semana se informaba de que aviones de transporte militar de EE.UU. lanzaron 50 toneladas de armas a la oposición siria.
Además, el secretario de Defensa, Ashton Carter, ha afirmado que EE.UU. puede revisar los programas de formación para los combatientes de la oposición que se oponen al presidente Bashar Al Assad sin excluir ataques aéreos directos contra sus enemigos.