El 17 de julio de 2014, en pleno conflicto ucraniano, el Boeing 777 de Malaysia Airlines se estrelló en el sureste de Ucrania con el resultado de la muerte de todos los pasajeros y tripulantes. Desde entonces, la Junta de Seguridad Holandesa (DSB, por sus siglas en inglés) trabajó en busca de conclusiones sobre la tragedia -que no estarán listas en su totalidad durante este año- y ahora reveló algunos detalles técnicos sobre el siniestro que podrían ayudar a determinar quién es el responsable de lo ocurrido.
Las conclusiones a las que llegó DSB fueron cinco:
1 – El avión fue derribado por un misil BUK 9M38
El Boeing 777 fue derribado por una ojiva modelo 9N314M montada en un misil BUK 9M38, que responde al sistema de misiles tierra-aire.
Además, detalló que los fragmentos que impactaron a la aeronave eran sólidos, con forma cúbica y de arco. Agregó que el "número de impactos, su distribución y la forma de los objetos con alto contenido de energía encontrados concuerdan con los fragmentos de la ojiva del modelo 9N314M".
2 – El misil explotó en la parte izquierda del Boeing
La desintegración de la aeronave ocurrió debido a una detonación en la parte izquierda de la cabina.
3 – El misil fue detonado desde territorio ucraniano
El informe de DSB detalló que la ojiva fue detonada dentro de un área de 320 kilómetros cuadrados en el este de Urania. Sin embargo, el reporte no especifica qué facción fue la encargada de la acción.
4 – Ucrania cometió un error al no cerrar su espacio aéreo
Las autoridades de Kiev, según el informe, se equivocaron al no reconocer el riesgo que corrían los aviones civiles al volar a altitud de crucero sobre la zona de conflicto.
5 – El Gobierno ucraniano admitió la presencia de armas capaces de derribar aviones
Al referirse a la posibilidad de derribar aeronaves, las autoridades ucranianas reconocieron la presencia en su territorio de misiles capaces de alcanzar la altura de crucero de los aviones civiles. Por eso, DBS consideró que esta aseveración ya era suficiente como para que cerraran el espacio aéreo en la zona de conflicto, como medida preventiva.
Por otra parte, horas antes de que se conociera este informe, el fabricante ruso de misiles BUK, Almaz-Antéi, presentó sus propias conclusiones sobre la destrucción del avión malasio. La investigación, a la que hizo referencia el mismo portal, incluyó la simulación de dos explosiones, la segunda, utilizando un avión fuera de servicio Ilyushin Il-86, de características similares al Boeing 777. Sus tres conclusiones, algunas de las cuales coincidieron con las de DSB -que ya anunció que evaluará estas pruebas-, fueron las siguientes:
1 – El Boeing fue impactado por un misil BUK 9M38
El avión fue destruido por un misil de una generación anterior a la del BUK 9M38, cargado con una ojiva 9N314. Agregó que el último de este tipo fue producido en la Unión Soviética en 1986 y que tiene una vida útil de 25 años. El Ejército ruso dejó de utilizarlos en 2011.
Por último, Almaz-Antéi aseguró que las partículas que impactaron contra el Boeing tenían forma de cubo y no de arco.
2 – El misil explotó en el sector izquierdo de la aeronave
La compañía aseguró que las "submuniciones dañaron principalmente la parte izquierda del Boeing MH17, en especial, la cabina, el ala izquierda, el motor izquierdo y la parte izquierda de la cola".
3 – El lanzamiento del misil fue realizado desde un área controlada por Ucrania
Tomando como referencia el ángulo con el que fue alcanzado el avión, se indicó que lo más probable es que el misil fuera lanzado desde el sur de la localidad de Zaroschenskoye, en la región ucraniana de Donetsk. De esta manera, el informe desestimó las versiones que indicaban que el artefacto había partido desde la zona controlada por los rebeldes de Snezhnoye, ya que, en este caso, no habría podido dañar el lado izquierdo. Además, un solo elemento no habría podido impactar en el ala y el motor de ese sector.