El cuerpo sin cabeza del presunto traficante fue hallado en la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, luego de que fuera crucificado en respuesta a las acciones de algunas redes encargadas del rescates de personas dentro de los territorios ocupados por el Estado Islámico (EI), informa 'Daily Mail'.
Estos grupos, por sumas que oscilan entre 2.000 y 5.000 dólares, se encargan de rescatar a rehenes de las manos del EI, entre ellos niñas y esclavos víctimas de abusos y violaciones por parte del grupo terrorista.
"Decenas de niñas yazidíes son capturadas, violadas y golpeadas por los combatientes del Estado Islámico. Algunas se suicidan si no son capaces de escapar", afirmó uno de los miembros de estas redes.