Alexander Butterfield, uno de los principales asesores de Richard Nixon, es el nuevo protagonista del libro 'El último de los hombres del presidente' ('The Last of the President'sMen') escrito por Bob Woodward, uno de los reporteros de 'The Washington Post' que en los años 1970 destapó el escándalo del Watergate y que se saldó con la dimisión de Nixon, informa el diario 'The Independent'.
Butterfield tiene tantos recuerdos y decenas de cajas de documentos confidenciales de los cuatro años que pasó en la Casa Blanca, parte de los cuales ha decidido compartirlos con el público. Aunque de forma fragmentada, exponen a Nixon en todo su esplendor: "solitario, vengativo y engañoso, torpe e inseguro hasta el punto de la paranoia", pero al mismo tiempo, como una persona con capacidad de "estrategias perversas" y "obsesivamente secreta".
Entre los pasajes libro, el exasesor presidencial también revela que se quedó horrorizado por la forma en cómo el entonces mandatario estadounidense trataba a su esposa, Pat Nixon. En ocasiones, según Woodward, Butterfield era el "principal intermediario" de la pareja presidencial.
"Nixon solía ignorar a Pat, incluso cuando ella hablaba con él, se sumergía en otras actividades. En la 'Casa Blanca de Invierno' en Florida, vivían en viviendas separadas. Pat era una mujer maltratada al límite", recoge el diario fragmentos del libro. Y no es que el trigésimo séptimo presidente de EE.UU. haya sido un mujeriego, pero Butterfield narra "un insoportable viaje en helicóptero" cuando Nixon invitó a una secretaria en mini falda a sentarse junto a él. La secretaria se sentó entre el asesor presidencial y el mandatario, y este empezó a acariciarle las piernas mientras hablaba con la comitiva que viajaba en la aeronave.
"El pobre hombre, miserable", recuerda Butterfield. "Sí, él era el presidente de EE.UU., pero en ese momento yo solo pensaba que era una lástima de hombre que vive en la soledad", agregó. Pero también se desvelan otros detalles no menos impactantes, como un documento secreto que data de enero de 1972, en el que Nixon protesta ante su asesor en seguridad nacional Henry Kissinger porque los bombardeos estadounidenses sobre Vietnam no habían logrado "nada de nada".
Este hecho no habría tenido mucha relevancia a no ser que apenas un día antes de redactar esa nota, en una entrevista con medios locales, Nixon había dicho que "los resultados han sido muy, muy eficaces". Más tarde se intensificarían los bombardeos para mejorar sus perspectivas de reelección presidencial. "Un pequeño episodio, pero que resume a la perfección la doble moral cínica tanto de Nixon como de la trágica e inútil guerra" en Vietnam, apunta 'The Independent'.
La contribución de Butterfield es muy relevante en la actualidad, más que todo teniendo en cuenta que EE.UU. se prepara para elegir a un nuevo presidente. "Leer esto o cualquier otro libro sobre Nixon, hace que nos preguntemos: ¿cómo pudo un hombre así llegar al Despacho Oval?", finaliza el diario británico, instando a tener en cuenta el perfil de los candidatos a la carrera presidencial estadounidense del 2016, advirtiendo que podría haber otro 'Nixon'.