Desde el final de la Guerra Fría, la OTAN ha intentado encontrar una nueva "amenaza rusa" para usarla como argumento y así reunir a los países miembros del bloque, asegura la revista especializada Washington Examiner en su versión digital.
"Ante nosotros tenemos uno de los más complejos desafíos estratégicos desde el final de la Guerra Fría [...]. Este es probablemente el principio del fin de una organización llamada OTAN. Todo es realmente grave, y no podemos simplemente quedarnos de brazos cruzados", señaló el general James Jones, excomandante de la alianza en Europa.
Según funcionarios militares y políticos, la causa del 'ocaso' de la OTAN sería el llamado gambito o táctica de Rusia, "un plan para disolver la organización transatlántica", afirma WE.
El propósito de este plan, a tenor de analistas occidentales, pasaría por lograr un cambio en el actual sistema de seguridad internacional para que sea "más favorable a Rusia".
"Rusia está construyendo 'un arco de acero', una red de bases sobre los flancos del país, desde el Báltico hasta el mar Negro, para socavar la OTAN", declaró el almirante estadounidense Mark Ferguson, jefe del Comando Nápoles de la Fuerza Conjunta de la OTAN, durante un discurso el pasado 6 de octubre.
"Las amenazas del Este", en torno a las cuales se creó la confrontación que sirvió para unir a los Estados miembros de la alianza durante la Guerra Fría, ya no existe y, por lo tanto, uno de los principales desafíos para la OTAN pasa por la creación de una nueva "amenaza rusa", destinada a unir a los miembros de la alianza y convencer a los dirigentes de estos países para que aumenten los gastos de defensa, subraya la revista.