Este domingo Argentina elige presidente entre seis candidatos. El candidato oficialista Daniel Scioli lidera las encuestas, pero para evitar una segunda vuelta tendrá que obtener más del 45% de los votos o alcanzar al menos el 40% con una diferencia de 10 puntos sobre el segundo candidato. El panorama electoral no se presenta nada claro.
En cualquier caso estos comicios están marcados por la salida de Cristina Fernández de Kirchner tras completar su segundo plazo presidencial y 12 años después de que la familia Kirchner empezó a gobernar Argentina.
"Vengo a proponerles un sueño, que es la reconstrucción de la verdad y la justicia. Vengo a proponerles un sueño, que es volver a tener una Argentina para todas y para todos". Estas fueron las palabras de Néstor Kirchner durante su toma de posesión como presidente el 25 de mayo de 2003.
Vengo a proponerles un sueño
Así comenzaba el 'kichnerismo', un ciclo político que marcaría un antes y un después en la vida de la nación, compuesto de un mandato de Néstor Kirchner hasta el 2007, seguido de otros dos consecutivos de su esposa Cristina Fernández.
Un tiempo de liderazgos viscerales. Dos dirigentes con los que se puede estar o no de acuerdo, pero a los que no se les podrá acusar de falta de voluntad política, y aún menos de no tener un modelo para el país.
Durante estos 12 años, el Estado regresó al centro de la discusión política y económica. Se impulsó el enjuiciamiento de responsables y cómplices de la última dictadura militar, se nacionalizó el sistema de pensiones, se aprobó la asignación universal por hijo, así como planes de asistencia para los más desprotegidos, creándose millones de empleos, entre otras medidas. En política exterior rompieron con años de docilidad ante las potencias dominantes.
Cristina Fernández, que entregará este año la banda presidencial, ha dejado huella. Los 32 millones de argentinos llamados a las urnas tendrán que elegir entre la continuidad de este modelo y una alternativa.
¿Quiénes son los candidatos mejor posicionados en la carrera electoral?
Daniel Scioli y Mauricio Macri comenzaron en la actividad privada, pero que supieron forjarse una carrera política.
Scioli, que desde los años 90 estuvo al lado de los expresidentes Carlos Menem y Eduardo Duhalde, se erige actualmente como el continuador de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner.
Los 32 millones de argentinos llamados a las urnas tendrán que elegir entre la continuidad de este modelo y una alternativa
"No es un candidato convencional del Frente para la Victoria en el sentido de que su perfil, su historia, sus estilos y algunas de sus definiciones en algunos momentos de su vida política no encajan de una manera demasiado armoniosa con lo que fue el kirchnerismo como fenómeno disruptivo dentro del peronismo", opina el politólogo y periodista Edgardo Mocca.
Sin embargo, para representar al kirchnerismo cuenta con varios avales, ya que fue vicepresidente durante la gestión de Néstor Kirchner y dos veces gobernador de la provincia de Buenos Aires por el partido oficialista.
Mauricio Macri, artífice de PRO, el último y más ascendente partido político creado en Argentina, fue diputado y dos veces alcalde de la Ciudad de Buenos Aires. Durante su gestión al frente del ejecutivo capitalino tomó medidas importantes, como la realización de obras para evitar las recurrentes inundaciones o la creación del distrito tecnológico en la zona sur de la ciudad. En el ámbito de transporte, creó un circuito de ciclovías y los metrobuses.
Sin embargo, sus detractores le reprochan no haber dado prioridad a las áreas de educación y de sanidad. Desde un primer momento apostó por las ideas neoliberales, pero luego acomodó su discurso a un espacio de centro-derecha.
"El macrismo es un compromiso político, ideológico y cultural muy fuerte con las clases altas", comenta Mocca.
Macri es el único político del espacio opositor que ha logrado aglutinar detrás de su figura a otros partidos, como la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica. "Siento que he crecido, que he aprendido y que he afirmado mis convicciones. Y la primera es que creo en una política distinta", dijo Macri en un discurso el pasado mes de julio.
El macrismo es un compromiso político, ideológico y cultural muy fuerte con las clases altas
Scioli ha prometido sostener las banderas del kichnerismo, mientras que Macri, si bien recientemente se ha identificado con algunas de ellas, lo tacha de corrupto y lo acusa de avasallar las instituciones. De todas formas, el programa macrista se muestra crítico con el gasto social y cree necesario llevar a cabo un ajuste. En política exterior quiere reorientar la brújula hacia Washington y Bruselas, desmarcándose de Pekín y Moscú.
El encuestador Federico Aurelio dijo a RT que "las tendencias que vemos son muy estables". En este contexto señaló que las tendencias marcan el liderazgo en el intención de voto para Daniel Scioli con aproximadamente 40 puntos; en segundo lugar Mauricio Macri, con 30 puntos; y en tercer lugar Sergio Massa con alrededor de 22 puntos.
Gane Macri o gane Scioli, lo que sí es seguro es que ambos deberán enfrentarse a una herencia política que los argentinos no olvidarán pronto, y que podría hasta marcarles su propia agenda. En cualquier caso, después de la crisis económica de fin de siglo, para millones de argentinos, parece claro que políticas como la defensa del empleo, la asistencia social o una educación pública y gratuita son innegociables.