Mark Boyle, de 36 años, decidió rechazar el dinero hace 7 años para luchar contra el consumismo y la economía capitalista. "Es absurdo perseguir un crecimiento infinito en un planeta finito", explicó su razonamiento el irlandés a 'El Confidencial'.
"Creo que el modelo político-económico del mundo occidental de hoy en día es tan corrupto e insostenible que tirar nuestros plásticos en el contenedor de reciclaje nunca va a ser suficiente", asegura Boyle. A su juicio, las opciones que están a nuestra disposición son muy limitadas. "Puedes escoger entre 50 tipos de cereales para el desayuno, a veces incluso entre azúcar de comercio justo o no justo, pero es casi imposible vivir de un modo que rechace toda la economía industrial que está arrasando el mundo".
Boyle ha sido uno de los fundadores del bar sin dinero, llamado The Happy Pig. El local se encuentra en la pequeña localidad An Teach Saor ('La casa gratis', en gaélico), donde entre 5 y 30 personas viven según la economía del don. La misma se rige por la regla de que los bienes y servicios se otorgan sin un acuerdo explícito de 'algo por algo' y supone vivir bajo la premisa de que "a mi vecino no le falte nada".
Es casi imposible vivir de un modo que rechace toda la economía industrial que está arrasando al mundo.
"No es un pub que está abierto todos los días en el que la gente puede venir y beber gratis, eso sería muy loco por demasiadas razones", cuenta Boyle. La idea es que los vecinos organizan los eventos, fabrican la cerveza y cultivan la comida, y todos disfrutan de lo producido sin ningún dinero, explica el medio.
En su libro 'The Moneyless Man: A Year of Freeconomic Living', el irlandés documentó su primer año de vida sin dinero. Ahora sí que lo tiene, pero casi no lo utiliza: solo para comprar muy rara vez una cosa de primera necesidad. "Vivir sin dinero implica trabajar para fabricar y cultivar todo aquello que necesitas. Comunicar esto a otras personas como tú es lo que ocupa más tiempo", afirma a 'El Confidencial'.
El consumismo es hoy en día una de las enfermedades más mortales a las que se enfrenta la humanidad
Boyle opina que una transformación masiva en una sociedad sin dinero apenas es posible, pero "seríamos mucho más felices si empleáramos nuestras vidas en hacer cosas que amamos no hacer aquellas que nos proporcionan más dividendos". Según confiesa, su mayor felicidad la ha logrado viviendo sin dinero.
"Es obvio que el consumismo se nos ha ido de las manos. De hecho, incluso la idea del consumismo es absurda, el hecho de que muchas ocasiones nos llamen clientes en vez de personas debería ser tomado como un insulto a la humanidad. El consumismo es hoy en día una de las enfermedades más mortales a las que se enfrenta la humanidad y por extensión, el resto del mundo natural", explica Boyle.