Las autoridades militares norteamericanas han aumentado la presión sobre el presidente Barack Obama con el fin de que el mandatario tome medidas más contundentes en la cuestión siria, publica el periódico 'The New York Times'. De este modo, el pasado lunes tuvo lugar una "tensa" reunión en la Casa Blanca, en la cual algunos funcionarios de alto rango, incluido el secretario de Estado John Kerry, promovieron la idea de desplegar las Fuerzas Aéreas norteamericanas en el Estado árabe con el fin de establecer zonas seguras que "protegerían a los sirios de las acciones militares". Por otra parte, se volvió a plantear la cuestión de la zona de exclusión aérea en el país.
Las zonas seguras para la población civil podrían ubicarse en la frontera de Siria con Turquía y Jordania, según se debatió en la reunión donde estuvo presente también el secretario de Defensa Aston Carter, pero no participó Obama. Los participantes presentaron algunas variantes de esas zonas, incluidas áreas seguras exclusivamente para la ayuda humanitaria o las que proporcionarían protección a las fuerzas opositoras sirias aliadas con Washington.
Sin embargo, para establecer dichas zonas son necesarios amplios recursos bélicos, como personal militar y gran cantidad de aeronaves. En la reunión se destacó que la implementación de esta idea generaría una escalada significativa de presencia aérea estadounidense en la región, escribe el periódico citando a varios funcionarios en condición de anonimato. Sin embargo, los escépticos destacan que es poco probable que Obama cambie su postura de no aumentar la presencia militar en Siria, mientras que dentro del Pentágono también hay voces que están en contra de la idea propuesta.